Emiliano Zapata | Biografía

Emiliano Zapata fue un incansable luchador que buscaba la libertad y la igualdad de los campesinos e indígenas de México. Junto con Pancho Villa fue uno de los líderes fundamentales de la Revolución Mexicana, en la que se le conoció como “El Caudillo del Sur”. Sus acciones se evidenciaron en Morelos, mientras mantenía una cierta independencia y fidelidad a sus ideales.

Emiliano Zapata Salazar nació en San Miguel de Anenecuilco, Morelos, el 8 de agosto de 1879. Desde muy joven trabajó como aparece en algunas haciendas. A los 17 años, tras un impase con las autoridades, se vio forzado a abandonar Morelos y pasar a la clandestinidad por unos meses.

En 1909 Emiliano Zapata fue electo “calpuleque” o jefe de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco. Se interesó por revisar las leyes agrarias y comprobó una serie de injusticias desde el período virreinal. Así emprenderá su lucha por la equidad de los campesinos y su justa tenencia de las tierras.

El culto a Emiliano Zapata tras la Revolución Mexicana

En 1910 Emiliano Zapata, con simpatía por Madero, se incorporó a lo que será la Revolución Mexicana y se alza en armas con ejército de la división sur. Su liderazgo fue indiscutible desde el inicio, incluso hace parecer a Pancho Villa como un personaje débil. Fueron muchas las acciones que emprendió este líder, que lo llevaron entre las victorias y las traiciones.

El 10 de abril de 1919 en la Hacienda de Chinameca, Morelos, tras nueve años de fiel servicio a la causa revolucionaria, le emboscaron y acribillaron en una reunión concertada. Acompañado de apenas 100 escoltas, Emiliano Zapata asistió al encuentro. Al cruzar el dintel de la hacienda se dio el toque de clarín en señal encubierta de honores. Ésta sería la señal para que los traidores abrieran fuego contra Zapata. Su muerte lo convirtió en el apóstol de la Revolución Mexicana y protector de los campesinos.

En las Fiestas Populares de México la imagen de Emiliano Zapata se ha visto en forma de Catrina, ataviado con correas de balas que le cruzan el pecho y un sombrero de ala ancha. Su historia se venera en la llamada “Ruta de Zapata”, compuesta por: “Casa Museo Zapata” en Anenecuilco, “Museo Cuartel Zapatista” y el “Mausoleo a Emiliano Zapata Salazar”, en Tlaltizapán. Un museo con fotografías en Chinameca. Una antigua estación de ferrocarril, el Palacio Municipal y la Plaza del Señor del Pueblo donde está sepultado bajo su estatua, en Cuautla.

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