Xochimilco es un conjunto de canales construidos en “chinampas”, que se levantaron sobre el lago Texcoco en el siglo XIV. Recorrer sus canales se constituye en uno de los más interesantes atractivos turísticos de Ciudad de México, que le convierte en una de las áreas más visitadas del país. Forma parte del Centro Histórico de México y Xochimilco, que fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
Xochimilco es una palabra náhuatl que significa “campo de flores”. Fue fundada en 1352 y está construida en base a chinampas: jardines y sembradíos flotantes. Entre ellas se dejaban canales de agua para transportar los alimentos en canoas, por lo que su traza urbana se organizó similar a la Tenochtitlán.
En la época colonial, la orden franciscano construyó un convento dedicado a San Bernardino en 1590, y en 1756 pasó a ser Parroquia de San Bernardino de Siena, tal como se conoce hoy. Cerca de 1891 un hacendado de la región creo una pequeña flota de barcos a vapor para hacer traslados comerciales.
Será entre la primera y la segunda década del siglo XX cuando se construyen los primeros embarcaderos, y Xochimilco convirtió en una actividad turística su tránsito por los canales en las populares y coloridas “trajineras”.
De paseo por los canales de Xochimilco
Visitar Xochimilco es recorrer sus canales en las famosos “trajineras”, que son pequeñas embarcaciones ataviadas con portadas de flores que forman sus nombres, todos femeninos. Se pueden abordar en los nueve embarcaderos de la zona: Cuemanco, Laguna del Caltongo, Fernando Celada (Laguna del Toro), Salitre, Belém, San Cristóbal, Zacapa, Las Flores, Nuevo Nativitas y Belem de las Flores. Un paseo por los canales de Xochimilco se complementa con la música local: mariachi, marimba, salterio, norteña, así como la degustación de la comida típica que venden en los alrededores.
“La Isla de las muñecas” es otro de sus atractivos; esta isla chinampa fue habitada por Julián Santana Barrera quien, poco a poco, fue llenando un árbol con muñecas que conseguía en la basura o que le regalaban para así ahuyentar el espíritu de una joven que él encontró ahogada cerca de esta isla.
Xochimilco cuenta con uno de los mercados más tradicionales del CDMX, en sus espacios es posible admirar el colorido de las flores y frutas, degustar las más variadas preparaciones del “mole”, así como adquirir juguetes artesanales y las famosas ollas de barro. Se puede visitar el Museo Arqueológico de Xochimilco, que guarda en su colección la “Piedra de Tetitla”, una alegoría a la danza de la primavera. Además, el atractivo natural Parque Ecológico de Xochimilco (PEX), que es un área recuperada para la protección de la naturaleza y el disfrute de actividades recreativas y de enseñanza, en sus más de 215 hectáreas de agua, flora y fauna integradas en un paisaje que proporcionan las chinampas.